¿Por qué suplementarse?
Todos queremos vivir la vida al máximo, pero las lagunas en nuestra nutrición diaria pueden hacer que no podamos disfrutar la vida tanto como nos merecemos. A menudo comemos a toda prisa, consumiendo alimentos con elevados niveles de grasas y azúcares, y las exigencias de nuestras familias no siempre hacen que sea fácil comer sano. El primer paso para mantener una vida activa y vivirla al máximo es rellenar esas lagunas nutricionales.
Cada parte del cuerpo tiene necesidades especiales para funcionar al máximo, entre las que se incluyen:
Ojos: Vitamina A y carotenoides, que ayudan a mantener una visión normal.
Dientes: El flúor mantiene la fortaleza mineral de los dientes y el calcio es necesario para tener unos dientes sanos.
Huesos: El calcio ayuda a construir unos huesos fuertes, y las vitaminas D, K, el fósforo, el magnesio y el cinc ayudan a disfrutar de una salud ósea adecuada.
Sangre: El hierro, el ácido fólico y la vitamina B12 ayudan en la creación de nuevos glóbulos sanguíneos, mientras que la vitamina K ayuda al funcionamiento de las plaquetas.
Nervios: La vitamina C, el magnesio y las vitaminas del grupo B, como la B12, la B6, la biotina, la niacina, la riboflavina y la tiamina, ayudan a regenerar y regular el sistema nervioso.
Tejidos, piel: El cinc, junto con las vitaminas E y C, actúan como protectores ante el estrés oxidativo, mientras que la vitamina A, la riboflavina, la niacina, la biotina y el yodo ayudan a una salud cutánea adecuada.
Músculos: La vitamina D, el magnesio, el potasio y el calcio contribuyen al mantenimiento normal de la función muscular.
Células: Las vitaminas C y E, el cloro, el potasio y el cinc ayudan al funcionamiento adecuado de las células y la revitalización de estas.
Fuente para más información: http://www.nutrilite.es/es_es/